viernes, 26 de octubre de 2007

Pesadilla

Bueno, gracias a los agraciados TRES comentarios que recibi (jaja, estoy necesitado de afecto ?!), les cuento algo.
Me acabo de despertar (nos quedamos dormidos) de una pesadilla muy muy muy fea. Sonie que volvia a Buenos Aires.

Opa.

Habia calles con alfajores que te manchaban cuando los pisabas, mierda de perro por todos lados, los coches te querian pisar y tenias que ir con la mano en el bolsillo de la billetera por las dudas. De hecho, la sensacion era muy similar a un ataque de panico, el que se suponia me iba a agarrar cuando pisara Japon.

Me parece que no fue tan buena idea venir aca, despues de todo :P O sea, la mala idea es haber venido teniendo que volver...
Espero que se me pase pronto en cuanto vea a la gente que quiero y coma un asadito seguido de flan con crema y masitas de factura materna o de abuela ^_^. Ah, con vino tinto =D

Me voy a desayunar con lo que nos provee el grosisimo hotel Kitcho.
DARO

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Dio resultado no comentar. Ahora publicás más seguido!! Ja, ja!!

Anónimo dijo...

Acerca del vino tinto yo tengo una frase famosa (vos sabés que soy abstemia). Estábamos en Mendoza dele probar vinos. Tomo un tinto y digo: "Existiendo este vinito, quién puede tomar otra cosa... hic!"

Shiru dijo...

Odiaránme los que sostienen aquello de que "Buenos Aires tiene ese no sé qué..." (que naturalmente incluye parientes y amigos, somos "nosequé" a veces), pero concuerdo en que volver suele ser casi casi una pesadilla.
Volví varias veces a Buenos Aires, y no hubo UNA en la que me sintiera plena, feliz y contenta de hacerlo. Encima, casi todas las veces me recibió con clima de merda, caos de tránsito o simplemente esa cosa húmeda y jodida que tiene esta ciudad.
Dependiendo de la naturaleza de cada uno, el shock inicial del regreso pasa rápido; por mi parte intentaré ayudarte para que así sea.


Ya no me causa satisfacción una ciudad que conserva solamente "cachos" de cosas bellas y que encima hay que buscar con lupas cada vez más grandes (sñig).

Anónimo dijo...

Ahora tenés una misión: hacer que los huéspedes del hotel sí quieran volver. Que les cuenten a sus conocidos: -Me sentí tan bien tratado como cuando fui a Japón.